martes, 23 de septiembre de 2014

9 de 21

Pasan los días, pasa el hambre, y ya estoy casi mitad Clean. Igual no me causa tanta gracia pensar que hay que repetir todo el hambre que tuve hasta ahora. Pero me siento bien, y si vieran las selfies que me voy sacando cada día, notarían mi cara muy deshinchada comparando entre el día 1 y 9. 
Ya es la segunda vez que me toca pelar el ananá, una pequeña ardua tarea matinal. Primero lo rapamos, después lo desnudamos, y por último lo depilamos: 





A mediodía cociné como de costumbre. Ahora que ya conozco bien qué está permitido y qué no, me animo a mezclar un poco las recetas del libro con algunas ideas que me van surgiendo. Esta vez fue un pollo salteado con el ajo de cada día, semillas de sésamo, almendras picadas, brócoli, col china, un poquín de chile jalapeño, semillas de mostaza, y varias especias (canela, comino, cardamomo, jengibre), acompañado de arroz integral. Me copé con el paso a paso:




Como buen día Clean, hoy también tuve que superar grandes obstáculos. A eso de las 4 pm, a minutos de la hora del hambre (5 a 8), me tocó hacer una sesión de fotos de platos de restaurant, bien bien prohibidito todo. Yo hacía las fotos, contemplaba los platos, acomodaba las papitas fritas, los jamoncitos y demás delicias, para que se luzcan en su sesión fotográfica. Lo más increíble igual es que no estuve ansiosa ni tan hambrienta. En otros momentos me hubiese sentido como hiena al ataque, pero me sorprendió esta nueva faceta. Se ve que los efectos fuertes están llegando a mi cuerpo y mente. 
Esta noche, hice una rica sopa de calabaza, zanahorias, cebolla morada, apio y especias, muy buena, por fin logro hacer las 2 comidas líquidas que corresponden! 



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